- La voluntad ante las adicciones, es la fuerza para proteger la salud
- Anualmente más de dos mil panameños mueren por enfermedades relacionadas por el tabaquismo.
- Personas, que comparten con los fumadores espacios físicos.
El consumo tabaco contamina el planeta, siendo una amenaza para todos. Históricamente el tabaquismo es un hábito pernicioso que afecta la salud, provocando muertes y discapacidades entre fumadores y quienes comparten su entorno físico; su impacto negativo en el bienestar de la población a nivel mundial obligó a los estados y a la sociedad civil a formular e implementar estrategias destinadas a reducir el consumo de este y sus derivados.
Quienes se expongan al constante humo del tabaco tienen mayor probabilidad de sufrir enfermedades como enfisema pulmonar, hipertensión, accidente cerebro vascular, diversos tipos de cáncer y otras enfermedades.
Karen Mendoza, enfermera especialista en salud mental, del Minsa Chiriquí, informó que la adicción al tabaco tiene sus propias características, como la pérdida del razonamiento y lesiones, tanto físicas, emocionales y espirituales, llegándose a tocar fondo en el diario vivir de los consumidores. “La adicción es igual que una enfermedad crónica, como la hipertensión y diabetes, sin embargo es recuperable, aunque los pacientes suelen obstaculizar su camino poniendo por encima de su salud su necesidad de consumir tabaco”, dijo Mendoza.
La jefa regional de Promoción de la Salud, María Juanita Castillo, indicó que año tras año se desarrollan actividades en todos los grupos poblacionales de la sociedad y en el 2023 no es la excepción ya que en esta ocasión el lema es "necesitamos alimentos, no tabaco"
Y es que según estudios de salud realizados en el 2019, en Panamá el consumo de tabaco entre personas mayores de 18 años de edad aumentó un 1%, respecto a la prevalencia de 5% registrada pocos años antes.
“Seguimos siendo uno de los países con menor consumo per cápita de la región; pero debemos seguir luchando contra el tabaquismo; y con un mayor apoyo de otras instituciones y de otros sectores de la sociedad”, manifestó Castillo de Guerra.
Testimonios de vida, voluntad y disciplina
Saturno Hernández, un ex consumidor de cigarrillos, índico que después de 25 años de fumar logro abandonar el hábito que afectaba su salud, economía y relaciones sociales. Al igual que él existen casos de superación a esta adicción, logrados a través de la voluntad y disciplina, algunos apoyados por profesionales de la salud.
“Afortunadamente el tabaco y las nocivas sustancias que le agregan, no dañaron mucho mi organismo, sin embargo, sí provocó perjuicios en mi vida diaria, los cuales supere muchos años después de haber dejado de fumar” señaló Hernández.
Las Clínicas de Cesación de Tabaco forman parte de la estrategia de salud pública para apoyar a las personas que busquen ayuda para librarse de esta adicción y en Chiriquí existen clínicas en los Centros de Salud de Renacimiento, Aserrío, Cerro Punta, Boquete, barriada de San José, en los Minsa Capsi de Volcán y Dolega, en la sede regional del Minsa.
