
El Ministro de Salud encargado, Manuel Zambrano Chang, se refirió al proceso de nombramiento de médicos internos, durante una entrevista con SerTV Noticias, donde explicó los principales desafíos y acciones que adelanta el Ministerio de Salud (Minsa) para garantizar la formación médica de calidad y la absorción de nuevos profesionales en el sistema.
El ministro encargado destacó que la capacidad de absorción del sistema de salud es de aproximadamente 300 médicos internos por año, sin embargo, la producción de las universidades ha sobrepasado esa cifra, lo que ha generado un desequilibrio en la oferta y demanda de plazas.
“La producción de médicos internos en las universidades ha aumentado significativamente y por eso se ha complicado más la situación. No se tomaron las previsiones necesarias para enfrentar este escenario que ya se proyectaba”, subrayó Zambrano Chang.
El viceministro recordó que al inicio de esta administración se encontraron médicos en situación similar, y tras un proceso de revisión, 39 fueron absorbidos en el sistema. Asimismo, recalcó que la Ley exige realizar un internado para obtener la idoneidad profesional y poder ejercer la medicina en el país.
Zambrano Chang informó que, por instrucciones del presidente de la República, José Raúl Mulino, y del ministro de Salud, Fernando Boyd Galindo, se están buscando soluciones para atender tanto el componente económico como el aspecto docente de esta problemática.
“El tema económico se puede resolver; lo más complejo es la parte docente, porque estos jóvenes deben realizar su internado en hospitales con capacidad académica, ya que se encuentran en su fase final de formación”, explicó.
El ministro encargado aseguró que el Minsa ha sostenido reuniones con la Asociación Médica Nacional y con las universidades formadoras, con el objetivo de trazar una hoja de ruta que permita resolver la situación de manera integral y sostenible.
De acuerdo con las estadísticas, cada año se gradúan alrededor de 400 médicos en las seis facultades de medicina del país (dos públicas y cuatro privadas), una cifra que supera con creces las plazas disponibles para internado. Este desequilibrio se agrava por la falta de control uniforme de admisión en algunas universidades privadas, que pueden matricular un número ilimitado de estudiantes sin corresponder a la capacidad del sistema de salud.
El examen de certificación médica, que se realiza tres veces al año, congrega entre 700 y 800 aspirantes por convocatoria, de los cuales 400 logran una plaza. Sin embargo, la adjudicación de plazas de internado depende de la disponibilidad de cupos que el Minsa y la Caja de Seguro Social ofrecen dos veces al año, asignándose según el orden de puntaje hasta completar las vacantes.
El internado médico tiene una duración de dos años: el primero en hospitales de alta complejidad de la capital, y el segundo en hospitales del interior o de segundo nivel, con el propósito de fortalecer las competencias clínicas en diversos escenarios. No obstante, las limitaciones de infraestructura y presupuesto restringen la ampliación de plazas sin comprometer la calidad del entrenamiento.
Finalmente, Zambrano Chang reafirmó el compromiso del Ministerio de Salud de fortalecer la formación médica nacional.
“Es fundamental que la parte docente esté bien estructurada para garantizar una preparación adecuada, evitando futuras deficiencias y asegurando la calidad en la atención médica a la población”, concluyó.